Diferencias y semejanzas

Se acerca la Navidad y el fin de otro año. Y como siempre ocurre, que por otro lado ocurre todos los años,  hacen aparición en las estanterías del almacén del barrio (o algo más moderno, en la góndola del supermercado) una serie de productos  que son típicos para  esta época. No hablo del arbolito de navidad ni de papá Noel.  Estoy hablando de sidras, pan dulces ( o panes dulces?? ) turrones y otros alimentos que aportan gran cantidad de calorías para poder soportar los días fríos de Noviembre, Diciembre y Enero.

Uno de ellos, es el que despierta mi interés y es el motivo de estas serias reflexiones: el budín inglés. A veces siento como que soy el único habitante de la tierra que se preocupa de estos temas tan trascendentales.  Ya por ser inglés, uno debería tomar ciertos recaudos antes de comprarlos,  no debería esperar nada bueno con ese origen. Lo cierto es que a pesar cierto resquemor me gusta saborear  esta especie de…. budín (la misma palabra lo dice) especialmente cuando viene acompañado de abundante pasas de uva, nueces, almendras, avellanas, maní, otras frutas secas, otras frutas abrillantadas y otras. Para ser mas claro: me gusta más cuando todo esto que acompaña es amplia mayoría frente al  resto.

Entonces que hago??  Recorro las estanterías (o góndolas) buscando aquellos, que ofrezcan esto que estoy describiendo. Hay infinidad de marcas. Muchos dejan ver  en el envase un producto frío, desnudo, apático, solo harina y agua, carente de atractivos, aburrido etc. etc. (No encontré mas adjetivos)Estos son descartados rápidamente. Poso mi mirada  entonces,  en aquellos envases que muestran una masa de color agradable,  (por ejemplo el verde no me gusta) rebosante de frutas y encima,   multicolores. Ya presiento en mi nariz el aroma del mismo (no en vano tengo lo que tengo) y entonces: COMPRO.

Sí, tienen razón. Es el producto más caro de toda la gama. Pero es el único que reúne todos los requisitos enunciados. Que importa pagar algo más, si esto ocurre solo una vez al año, me digo.No veo la hora de llegar a mi casa; ya en la puerta destrozo el envoltorio con los dientes (con los que me quedan fijos),  y con el  tramontina  mas filoso que encuentro corto el molde y rebano en tajadas parejas (o fetas? ) y simétricas de lado a lado y de arriba hacia abajo todo el bendito budín.

¡ Oh  sorpresa! (repetía siempre un cabo cuando hice la colimba) Tomo la primera tajada y solo veo masa lisa y llana, impoluta o sea limpia de toda impureza. Pienso, seguramente la masa no fue bien batida cuando lo hicieron y la fruta quedó toda concentrada en un solo lugar. Reviso entonces toooooodo feta por feta.  Nada por aquí, vestigios por allá. Me equivoque y compré otra cosa. Miro el envase y miro el budín, miro el envase y miro el budín, miro el envase y miro el budín y viceversa. Varias veces. Muchas.  No quiero reconocer que fui vilmente engañado y estafado por el fabricante de turno en complicidad con ese almacenero taimado (busquen el diccionario).  No contento con el episodio, vuelvo al almacén y compro otra marca con las mismas características. Pienso: seguro que es un defecto en la fabricación. La máquina no dosificaba  bien la fruta. Se habrá cortado la luz cuando lo hacían y las nueces rodaron por el suelo.

Lamentable!!  Lo que era un hecho dudoso, se transforma en certeza. Ya desahuciado, arrastrando los pies y la voz, en mi desvarío  interrogo el repositor: ¿No sabes si la fruta del budín viene como opcional?? Hay que comprarla aparte y no sabía??  Es un combo??

No importa cuantas veces repitamos el experimento, el resultado es siempre el mismo. Hasta podríamos establecer un teorema que  podríamos llamar el Teorema del Budín cuyo enunciado sería  “La totalidad  de la fruta  contenida en el cuerpo del budín que Ud. compra, con suerte, es la que se observa en la foto del envase”

Después de luchar denodadamente con mi pc, logre insertar estas fotos, que aporto como prueba fehaciente, y que vienen a confirman  todo lo dicho.

      

      Mientras mastico como autómata todos los budines comprados incluido el envase con las fotos y  posiblemente debido a los aditivos artificiales usados en la fabricación, mi mente comienza a alucinar. Veo con horror que cada budín  va tomando la forma de alguno de los  políticos que hemos venido padeciendo desde hace años. Por momentos los veo tan parecidos y a la vez tan distintos!!  

Las imágenes se mezclan, ellos (los políticos) nos muestran el mismo tipo de envase: atrayente colorido, divertido. Se presentan (los políticos) ante nosotros con propuestas como: “Voy a terminar con la corrupción”, “educación gratuita para todos”, “los pobres primero”, “solidaridad con los mas necesitados”.  Todos grandes enunciados. Estoy seguro que cada uno de nosotros podríamos aportar mil ejemplos de estos. Lamentablemente cuando desatamos el paquete que nos vendieron, nos encontramos con que no era ni parecido a lo que queríamos  comprar.  

Hay algunas diferencias notorias, por ejemplo, mientras el budín con frutas nos puede provocar un ligero estreñimiento el político con seguridad terminará haciéndonos c…. contra nuestra voluntad.

A diferencia del budín donde rápidamente nos daremos cuenta que cometimos un error, con los políticos solo nos percataremos de ello, a los dos o tres……….días, a la semana cuando mucho. Con la salvedad que por el budín inglés, tenemos la posibilidad de ir a quejarnos a la Liga de Amas de Casa o a Defensa del Consumidor y descargar así toda la bronca en poco tiempo. No vayamos a pensar que vamos a conseguir algo con esto. Ni en sueños.

Pero en el caso de los políticos, tendremos que bancarnos diariamente el castigo por ser crédulos,  ya que nos acompañaran por cuatro a o más años. Y eso que este producto (los políticos) viene con una  garantía de fábrica que dice: “Y si así no lo hiciereis que Dios y la Patria os lo demanden”  Alguno vio en su p… vida, (la de ellos) que alguno haya sido reemplazado y que nos hayan devuelto el dinero o las esperanzas depositadas en el  ?? 

Que lindo sería que algún día, podamos cambiar ese producto (el budín o el político) que no cumplió con nuestras expectativas en forma rápida y sin complicaciones.Bueno, pasados estos momentos de zozobra, vuelvo a la realidad y me queda una pregunta martillando en la cabeza:

¿¿ Ustedes creen en Papá Noel??