El Xanaes nos desafió

A las 6 de la mañana partimos rumbo a Marull.  No sabíamos que nos espera otra odisea  previa  al Xanaes,  que era la Ruta 3.  De noche y con una neblina que no me dejaba ver más allá de mi nariz (aclaro que es larga) tuvimos suerte de no caer en uno de los tantos cráteres o salir por la banquina donde falta la demarcación. Creo que como está hoy  el camino, podríamos decir que más que ruta, se trata de un conjunto de baches unidos por trozos de alquitrán, que sería adecuado para el testeo de la suspensión de las 4×4.lugar de partida

Gracias a mi pericia en el volante y a la falta de la caminera llegamos a destino más o menos a horario. Después de una rápida inscripción nos brindaron un desayuno frugal y nos entregaron víveres para degustar en el camino. Preparamos las embarcaciones como nos indicara la profesora Paula, dueña de los kayaks que  nos facilitó sin pagar un peso, ni dólar ni nada (por lo menos todavía no me llegó la factura)  Mi compañera con el verde pepino y yo con el rojo fuego  llamado la Saeta por la velocidad que puede llegar a alcanzar en buenas manos. Números  14 y 15 respectivamente.nuestras naves Aproveche para llevar mi vehículo de 4 ruedas hasta lo que sería nuestro destino, esperando al resto de los participantes.

Aclaro que nadie nos pidió mostrar carnet de conducir, ni de piloto de embarcación. Solo nos pidieron que hiciéramos barquitos de papel para demostrar nuestros conocimientos en navegación, cosa que hicimos sin problemas.

A las 10 de la mañana cuando nuestra ansiedad estaba a full, dieron la señal de partida. Mejor dicho hicieron sonar una  corneta y nos lanzamos al río. Más de 100 embarcaciones, 200 expertos pilotos y nosotros dos.prestos a salir

En los primeros minutos los pasamos tratando de que la embarcación leyera nuestra mente y se dirigiera hacia donde estábamos pensando. Cosa, que se le hacía difícil ya que nuestras  maniobras con el remo  eran algo erráticas. Después de hacerla  navegar en  círculos e ir de contramano y contracorriente, marcha atrás, de costado etc etc., logramos ponernos de acuerdo y transitar ambos hacia el mismo lado, es decir aguas abajo.  Referido a esto, pensé que la embarcación tenía aire acondicionado, ya que sentía fresco por lo bajo. Pero no. Solo era  el agua que se acumulaba en mis asentaderas y que me acompañarían todo el trayecto.

De acuerdo a lo planeado  en nuestra  táctica de cómo encarar el desafío,  a la hora,  ya no teníamos a ningún contrincante a la vista.  Todo iba de maravilla. Es decir, estábamos en último lugar como correspondía y el resto de los participantes se  habían perdido en el horizonte.

Salvo…, salvo dos abnegados servidores públicos, que temiendo nos ahogáramos o nos despistáramos en alguna curva nos seguía a corta distancia con el salvavidas presto. Que martirio habrá sido para ellos, acompañarnos a la espeluznante velocidad de 0,5 nudo/hora cuando el resto la hacía a 10. No hay más que agradecimiento para ellos.

Así la navegación fue trascurriendo entre la placidez y el silencio del río matizado por el canto de algún pájaro.  Lamentablemente no pude hacer fotografías de ellos, ya que cuando soltaba el volante  (o los remos mejor dicho) la embarcación comenzaba a girar en círculos o se empecinaba en ir hacia donde no tenía que ir.

De todas maneras saque fotos y filme con la go-pro ubicada estratégicamente en mi pecho. Si notan algún temblor no es por la correntada sino por el cansancio que se empezaba a acumular.

A eso de las 12,30 nos acercábamos a la desembocadura del rió en la laguna de Ansenuza.

Aquí termina lo fácil !! – le escuche decir muy contento a uno de los que nos custodiaban.

Haciendo como que no escuche enfile la proa hacia el montón de kayakistas multicolor que se veía a la distancia. Fue lindo ver como se iban moviendo al unísono las palas de los remos de todos ellos, cual  aleteo de mariposas  en el aire.  Mientras que los nuestros (solo 2)  se parecía más al de las mariposas cuando pegan en el radiador del auto.

En la laguna nos enfrentamos a las inclemencias del viento en contra,  que levantaba olas gigantescas (de unos 10 cms) que pegaban contra la embarcación y nos mojaban.

Después de remar a toda máquina durante 15 minutos  vi que todavía estaba en el mismo lugar. Decidí bajar del bote y caminar al lado  como vi que hacían otros participantes.

Craso error!!  El barro del fondo me succionaba las champion  y era imposible levantar los pieses del fondo, fue necesario emplear una fuerza titánica para poder dar cada paso. En un momento temí por mi vida al verme  convertido  en una estatua de barro y sal por toda la eternidad en medio de la laguna. Logré volver a la seguridad del habitáculo y resignarme a seguir remando. Mis brazos se insubordinaron y se negaron a cumplir la orden. A lo lejos desde una lancha que no podía llegar hasta nosotros dado la poca profundidad del agua, cansados de esperarnos nos hacían señas para que nos acercáramos. Logre llegar y subir al bote salvador. Al hacerlo pude escuchar  a lo lejos el silbato que hacía sonar mi mujer como Rose en Titanic para que la rescataran también a ella. El capitán no quiso esperar y raudamente partió  rumbo S- SE. En 5 minutos pasé del último al primer puesto cuando el bote me dejó a la altura del nuevo Casino.

Debo decir que esos 5 minutos me devolvieron las fuerzas y logre que mis brazos volvieran a la vida. A estas alturas el viento no se sentía tanto (sotavento 2 nudos) y fue más fácil avanzar. Me fui acercando  lentamente a la costa. El problema era que no tenía muy claro a donde debía llegar. Me quedé a esperar en el medio de la nada hasta que llegaran los primerizos que venían detrás.  Varios observadores  situados sobre la costa me levantaban la mano, fotografiaban, saludaban  y se preguntaban, que corno hacia allí sin moverme. La realidad es que no quería llegar primero, ya que había tenido ayuda externa y no quería herir el amor propio de nadie.

En pocos minutos hicieron su aparición los primeros kayaks que fueron llegando y desembarcando. Grande fue la sorpresa al ver que me había pasado de largo del punto convenido.

Así que  tuve que desandar parte del camino y yo también di por concluido el desafío al pisar tierra (o barro) firme en un lugar cercano. Las agujas del reloj marcaban las 14 horas. (La aguja corta en el dos y la larga en el  doce en mi reloj )

llegando

Seguidamente,  ya sobre la costa pude ver el arrivo del grueso de los participantes que habían realizado el trayecto completo a pura sangre.

llegada de mi mujer

No había rastros de mi compañera hasta que unos minutos después llegaba la lancha de los rescatistas con el 14 y mi mujer a bordo.

 

EPILOGO

Luego del reagrupamiento en suelo firme nos dirigimos al lugar donde recibiríamos un refrigerio, certificados de participación, fotos y regalos. Muy buena la organización y la atención recibida por toda la gente de Marull y Miramar.premios

Muchas gracias por permitirnos participar, aún sin contar con experiencia previa. Ya estamos pensando en la próxima, si la Profe Paula nos vuelve a prestar las naves ¡!!

¡¡Saludos de fin de año!!

Pasamos Navidad, estamos cerca de fin de años, y a todos en esta época nos agarran las ganas locas de ponernos a saludar a todo el mundo. Especialmente a los familiares en general de los que trabajan en la cooperativa de luz, en EPEC, la municipalidad, el gobernador, el presidente de este y pasados gobiernos. Ni los marcianos se salvan.  Qué suerte poder manifestar nuestra alegría y enviar nuestros mejores deseos a todos ellos.

Porque ocurre esto???  Rebobinemos

Como todos los años, el 21 de Diciembre comenzó el verano.  Es una de las cosas que se cumplen a rajatabla gobierne quién nos gobierne.

Acorde con la estación,  en estos días cercanos a fin de año, la temperatura ambiente e interna sube como la inflación. Tenemos una temperatura oficial o ficticia y otra que podríamos llamar blue que es la sensación térmica real que sentimos en nuestras axilas. Ambas corren en el mismo sentido.

Como viene ocurriendo desde que me acuerdo, cuando pasamos los 35, 36, y hasta los 40, no años, sino,  grados centígrados, comienza a aparecer  una leve disfunción en el  suministro eléctrico, o en otras palabras algo de inestabilidad, altibajos, fluctuaciones, vaivenes, oscilaciones, variabilidad, o gráficamente “a funcionar como el orto”.

Comenzamos entonces a elucubrar en que momento nos llegará el fatídico momento y por cuanto tiempo estaremos sin poder prender la pc, la máquina de picar carne, el lavarropas, el microondas o cualquiera de los malditos aparatos que funcionan solo con 220 volts. El único aire fresco que podemos conseguir por un rato,  es combinado la apertura de la heladera con el uso del abanico, lo único que funciona tracción a sangre.

Tal como la tormenta perfecta, se da,  que a la falta de inversiones en el plano energético desde el gobierno del Virrey Cisneros hasta el presente, unido al Plan Ahora 12 implementado por la Cris, y continuado por Mauricio, nuestros hogares se encuentran saturados de aparatos eléctricos, muchos de ellos al pedo,  que nosotros queremos hacer funcionar todos juntos justamente en esos momentos.

Pero lo mejor de todo no es cuando nos quedamos totalmente a oscuras, si no cuando el voltaje, parece que transita por una montaña rusa, pasando de 0 a 500 volts en pocos segundos poniendo a prueba la calidad de los artefactos eléctricos.  Muchos de ellos no sobrevivirán. Algunos lo harán en silencio y otros lanzando fuegos artificiales como despedida final.

Pero no todo es negativo.

Esta es una buena forma de incentivar la producción de muchas industrias argentinas, que siempre necesitan un empujoncito porque están algo alicaídas. El aparato quemado  mas la posibilidad de infinitas cuotas, nos permite renovar todos nuestros artefactos eléctricos, manteniéndonos así  actualizados con la última tecnología.

Que tengan un excelente 2016!! … y con luz

 

Visita al Parque Nacional Pacaya Samiria

ETAPA 8

Visita al Parque Nacional PACAYA SAMIRIA

Salimos desde Iquitos con un transfer privado a las 7 de la mañana hacia la ciudad de Nauta, para recorrer 120 km de una de las pocas rutas existentes (en regular estado). Llegamos hasta una terminal de buses y tomamos un mototaxi hasta el puerto. Allí nos esperaba nuestro guía Reyniero, Lucas elDSCN6009 motorista y Rocio la cocinera, que estarían a nuestra exclusiva disposición. El bote es un peque-peque, llamados así por el  ruido que hacen al funcionar. Navegamos unas tres horas por el Rio Marañon, uno de los ríos que luego formarán el Amazonas, pasando en el interín por un puesto de DSCN4924control donde nos registraron. De allí tomamos el Rio Yanayacu y al poco de andar llegamos a la cabaña o posada o como quieran llamar, que se  encuentra en una de las orillas, montada sobre pilotes, a escasos metros de la comunidad de Veinte de DSCN5486Enero. La cabaña es totalmente de madera, techo de hojas de palmeras,  con amplios ventanales y totalmente protegida por tela mosquitera.

Aunque tiene capacidad para 8 personas los dos primeros días la tuvimos para nosotros solos. La novedad fue de encontrarnos sin provisión de agua corriente. DSCN5117Salvo para preparar la comida, el agua que disponíamos provenía del río. El baño, compartido,  estaba dividido en dos. En una de las partes, digamos el “duchatorio” había una gran palangana-pileta-bañadera (no se  como llamarla)  donde podíamos asearnos tirándonos jarros de agua sobre la cabeza.   Más adelante DSCN60011optamos por meternos directamente en el río para bañarnos y sacarnos el calor del día. Eso sí, había que aguantar los mosquitos a la tardecita y los bagres, pequeños pececitos que te mordisquean por todos lados. Y cuando digo por todos lados, es por todos lados.

Pacaya Samiria es el parque más grande de Perú, con más de 2 millones de hectáreas de selva, ríos y lagunas. Nosotros fuimos a conocer una milésima parte de él. Dicen que para la temporada de lluvias el 75% del mismo queda bajo agua. Ni estando ahí,  uno se puede imaginar  tamaña cantidad de agua.DSCN58321

Para no perder la costumbre el primer día salimos a navegar  por el Rio Pucaye y Yanayacu. Observamos muchísimas aves, especialmente aquellas que se alimentan de los peces del río  como varios tipos de garzas, garcitas, rapaces y martín pescador. Muchos delfines grises y rosados, que se diferencian de los que viven el mar, que no saltan y solo es posible ver el lomo.

DSCN50121Nuestro guía nacido por estos parajes es un gran conocedor de toda la zona, flora, fauna e historias y leyendas. Si no había nada para ver durante los trayectos, tenía algo para contar. Además de un gran sentido del humor.

A la noche hicimos una caminata nocturna por un sendero en la selva que conduce desde la población Veinte de Enero a la comunidad vecina de Buenos Aires. Vimos muchos insectos, arañas, y una serpiente que nos causó un poco de escozor. Nos cruzamos con algunos pobladores que nos comentan  que en el camino habían encontrado una cascabel por lo que seguimos caminando con mucha precaución.

Esa noche se festejaba en la comunidad, el día de la primavera. Se elige entre las mujeres jóvenes, la Reina del Bosque, por lo que todo el poblado está de fiesta. Desde nuestra cabaña escuchamos música casi hasta la madrugada y no hablo de ruido de tambores y danzas indias alrededor de la hoguera,  sino de mucha cumbia y lentos que nosotros escuchábamos por aquí en los 70 y 80.

El jefe de la comunidad me invita a su casa y me interroga sobre nuestra forma de vivir, bromea sobre su edad y  las mujeres etc etc, mientras muestra las perforaciones hechas para conseguir agua que tiene en el patio. Todo un personaje y parece muy querido por todos.

En los días próximos llegan otros turistas. Una familia compuesta por matrimonio y dos pequeños hijos, entonces se termina un poco con la paz y tranquilidad que veníamos viviendo. De todas maneras nosotros estábamos practicamente afuera todo el día.

Otro día hicimos una caminata en la selva hasta una laguna formada en medio de ella, formada por la bajante del agua. Estaba cubierta totalmente de espesa vegetación y pudimos escuchar las voces de los yacarés. No entendimos que decían ni pudimos verlos por más que nos esforzamos.DSCN5666

Otra noche salimos a navegar buscándolos en las orillas del río. Cuando se los ilumina con la linterna, los ojos brilla de color rojo. Había luna llena y una gran claridad por lo se hizo difícil poder acercarse sin que nos vieran. Reynerio, el guía encontró uno que trato de tomar por la cola para subirlo a la embarcación pero se escapaba cada vez que lo intentaba. El timonel tiene gran habilidad para andar de noche y conoce bien el río, ya que va esquivando ramas y troncos sumergidos con cierta aprensión por parte de nosotros.

P10704731Al llegar de regreso nos está esperando siempre lista la comida. Platos típicos y sencillos. Nos impresionamos un poco cuando nos prepara una sopa de carachama , plato típico de la amazonía. Aunque el aspecto no le ayudaba, era muy sabroso. Aclaro que mi compañera renunció a probarlo.

También hicimos una incursión para pescar pirañas, especie que abunda en todos los ríos. Logramos sacar alguna pero los dientes de las mismas terminaron cortando la tanza de las cañas que usábamos así que tuvimos que regresar con un pobre resultado.P1070483

En definitiva unos días maravillosos rodeados de gente amable, paisajes hermosos de la selva y los ríos y abbccnumerosa fauna, especialmente aves que tanto nos gusta.

 

 

Fin del capítulo 8

PROXIMA ETAPA:  Visita a la ciudad de Iquitos

CIUDAD DE IQUITOS – PERU

ETAPA 7

CIUDAD DE IQUITOS

Con la gran incógnita de saber cómo sería, llegamos a la ciudad de Iquitos, llamada la Capital de la Amazonía Peruana. DSCN4851Ciudad de más de 400.000 habitantes y rodeada totalmente por agua. La única manera de llegar es por aire o navegando como lo hicimos nosotros. Desembarcamos en el puerto de Nanay, sobre el Rio Itaya, en el Mercado de Productores. La primera vista es muy pintoresca, ya que hay infinidad de barquitos, lanchas, botes amarrados a la orilla, un hormiguero de gente y las construcciones totalmente de madera. El nivel del agua es muy bajo por lo que debemos caminar por una rampa estrecha hasta llegar a tierra firme donde están las primeras construcciones. Nos ayudan a trepar con las valijas. Vemos una impresionante cantidad de mugre, basura de todo tipo sobre lo que sería el fondo del río. Un poco peor que algunos lugares de nuestro país.DSCN4650

Ya en la calle nos encontramos con infinidad de moto-taxis aguardando a algún pasajero. Esto, pasaría a ser común en los días que vivimos en esta ciudad. Este medio de transporte es el más utilizado, por lo práctico, la gran cantidad de móviles, la rapidez, y económico. Casi no se ven autos particulares. Hay viejos colectivos con carrocería de madera que cuando uno los ve, trata de hacerse a un lado rápidamente por temor a ser atropellados. A cualquier lugar a donde vaya y en cualquier horario, sin perder tiempo, encontrara muchos de estos  moto-taxis disponibles. Me llamó la atención que por más de ser turistas nadie trato de estafarnos como estamos acostumbrados en Argentina cuando tomamos un taxi en una ciudad que no conocemos.

Nos dirigimos rápidamente a la casa de Laly y Jaker, quienes nos alojarían en su hogar por algunos días a través de couchsurfing. P1070557Nos encontramos allí con dos personas más o menos de nuestra edad, muy cordiales, generosos, con muchas ganas de conversar y acostumbrados a recibir turistas de todo el mundo. Nos ofrecen una habitación con baño privado que ya no usan donde nos instalamos rápidamente. Una perrita, Manchas, una de las mascotas de la casa, nos adopta enseguida, se ubica debajo de la cama y nos  acompaña a todos lados.

Al día siguiente comenzamos nuestra visita a una serie de lugares de interés que habíamos planeado previamente.

Vamos a visitar la Reserva Natural de Allpahuayo- Mishana que se encuentra ubicada sobre la ruta a la ciudad de Nauta. DSCN4769Primero tomamos un moto-taxi que por  3 soles nos lleva hasta una esquina de la ciudad desde donde parten unas pequeñas combis hacia esa ciudad. Nos llevan como sardinas enlatadas. Llegamos al parque recién abriendo las puertas. Como todavía no está el guía nos explican rápidamente el camino a hacer y partimos solos  en un trekking de 5 horas. Caminamos por una  selva virgen con algunos ambientes muy exclusivos llamados Varillares que son muy importantes para la economía de los habitantes de la región ya que estos pueden producir madera para múltiples usos. Vemos y oímos infinidad de diferentes aves. Al regresar, nos sentamos a descansar y tenemos la oportunidad de conversar con uno de los investigadores que está estudiando todo este ecosistema.

Seguimos camino haciendo “dedo” en la ruta. Nos recogió un transporte local que nos llevo hasta el Refugio y Centro de Rescate de Manatíes. DSCN4790Esta organización trabaja en la  reproducción de algunas especies de tortugas y en el rescate de las “vacas de agua”. Estos manatíes, mamíferos vegetarianos, que una vez curados y bien alimentados son liberados en  lagunas no contaminadas  perteneciente a  alguna reserva o parques nacional.

NOVATEK CAMERA

NOVATEK CAMERA

Podemos acercarnos, tocar la piel muy suave que tienen y alimentarlos con su bocado preferido. Luego vemos como los alimentan a mamadera cada 2 horas como un bebé.

Muy cerca de allí está el Complejo de Quistococha. Es un complejo municipal donde hay una playa artificial alrededor de una laguna donde está permitido bañarse y un zoológico donde pueden verse animales de la región. DSCN4849Hay partes que están en malas condiciones pero en general  se ve un buen mantenimiento y animales bien alimentados. Es muy visitado por la gente de la ciudad, especialmente los fines de semana.

Llegando la tardecita, cansados del derrotero retornamos a la ciudad en un moto-taxi que nos deja en la puerta de nuestro alojamiento.

Fin del Capítulo 7

Próxima etapa:

Visita a  la ciudad y al Parque Nacional Pacaya Samiria

VIAJE HACIA IQUITOS – CAPÍTULO 6

VIAJE HACIA IQUITOS

A media tarde del día Domingo, estamos llegando a la comunidad de Cabo Pantoja. Hace un calor infernal. Desde la embarcación vemos gran cantidad de gente sobre la costanera y en lo que podría llamarse atracadero de las lanchas. DSCN4579Muchos chicos jugando en las aguas del río, o corriendo. Grandes tomando, escuchando música, charlando. Muy cordiales todos, hasta los chicos nos saludan con educación.

No veíamos la hora de bajar e instalarnos para darnos una buena ducha y descansar. Cosa que no iba a ocurrir. Rápidamente nos enteramos que hace 45 días que el pueblo está sin luz y sin agua. Nos dirigimos al único   hospedaje,  es municipal, el encargado nos asigna una habitación y nos explica que hay un tambor de 200 litros con agua de río, del que se pueden sacar algunos baldes para lavarnos y demás menesteres. PANTOJA2

Dejamos nuestras valijas y nos vamos a migraciones para formalizar la entrada al Perú. Luego aprovechamos para recorres las calles-veredas del pueblo y sacar algunas fotos antes que se nos venga la noche. Cuando llega es todo oscuridad salvo los más acomodados que cuentan con algún grupo electrógeno. No teníamos nada para comer, no vimos quioscos ni nada que se le parezca, preguntamos para conseguir fruta y nos dicen que llegan muy de vez en cuando. Queremos algo de comer!!! Le decimos a una mujer que encontramos. Bueno, lléguense a mi casa dentro de una hora que les preparo algo.  Pollo puede ser??? Le preguntamos con temor. Sí, no hay problemas responde. A la hora señalada nos instalamos en esta humilde mesa y comemos lo pedido junto con arroz  y plátano frito para variar. Lo mejor es un café que nos prepara de postre. Todo el banquete nos cuesta 5 dólares.DSCN4507

A la mañana siguiente, tipo 5, oscuro todavía bajamos hacia el río para tomar la lancha que nos llevaría hacia Iquitos. Por suerte conseguimos una embarcación rápida que nos permite acortar el viaje en un día.El viaje dura 11 horas, tiene baño y es bastante cómoda. A eso de las 5 de la tarde, y con las últimas gotas de combustible, debido a las vueltas dadas en innumerables zig-zag por la poca agua del río llegamos a Santa Clotilde. Es una población similar a las otras pero con más gente. El costo del pasaje incluía alojamiento, por lo que nos asignan una habitación en un hospedaje frente al puerto. Me olvidaba decirles que tampoco había luz. CLOTILDE1Esta se conecta solo de 6 a 10. Tampoco agua caliente, pero esto es lo de menos, por lo menos pudimos ducharnos. No existen los autos, solo motos, bicicletas y piernas. Muchas familias sacan las mesas y sillas a la vereda y comen allí. Otros escuchan música a todo volumen o miran televisión. En todos los aparatos el mismo programa, hay un solo canal. Encontramos una especie de restaurante y comemos lo de siempre, pollo, arroz y plátano. No comen nunca postre ni pan. Tomamos guaraná con gusto a remedio.CLOTILDE

Esa noche demoramos en dormirnos, ya que en las habitaciones vecinas veían la tele y escuchaba música con el volumen a todo lo que dá. Por fin el cansancio hace lo suyo. A las 5 del día siguiente el capítan del barco pasa pieza por pieza pateando las puertas y gritando para hacernos levantar.

Zarpamos al alba. Nos estamos acercando a nuestro destino final. Pero todavía faltaba. Nos dirigimos  hacia Mazán, donde después de un corto trayecto por tierra volveríamos a tomar otro bote. Este atajo por tierra nos ahorra un día de navegación.

Al llegar al pueblo y apenas tocamos tierra, el bote se llena de gente que en tropel  encara a todos los pasajeros. No sabemos que pasa. Tratan de agarrar nuestras valijas y forcejeamos con ellos. Un lugareño nos explica que son los conductores de los mototaxis  que nos estaban aguardando para llevarnos al otro punto de embarque. Cada uno trata de conseguir su cliente. Uno se lleva una de nuestras valijas y mi mujer sale a perseguirlo, mientras yo cargo con todo lo demás. Después de subir por los 1000 escalones de la escalera, llego a la costanera muerto de cansancio con la lengua afuera. Me espera el mototaxi que raudamente parte hacia el nuevo destino. A toda velocidad circulamos por un estrecho camino salpicado de baches. Nos aferramos como podemos y miramos no perder las valijas que están más atrás.MAZAN

Al llegar al nuevo puerto, ocurre lo mismo. Una multitud nos rodea tratando de llevarse nuestras valijas. Esta vez se trata de los dueños de los botes  que están aguardando para este último tramo. Se gritan y pelean entre ellos mientras nos tiran del brazo tratando de hacernos subir al suyo.Una vez completado todos los asientos, lleno hasta la coronilla y con 40 grados de temperatura, partimos hacia Iquitos donde llegaríamos  dos horas más tarde.

FIN CAPITULO 6

PROXIMA ETAPA

CIUDAD DE IQUITOS

Parque Nacional Yasuní – Ecuador

5 º Episodio

Con nuestro guía Fernando, su mujer, y un hijo que hace de de timonel, salimos hacia el parque navegando por el Río Napo.5 La atención hacia nosotros es exclusiva. Viajamos con todos los enseres y víveres necesarios para pasar los 2 días de nuestra corta visita.

Al poco de andar, encaramos hacia la derecha por el Río Yasuní, cuyas aguas atraviesan el parque más grande de Ecuador. El más grande, el de mayor diversidad en flora y fauna, y el menos alterado por el hombre. En el viven aun pueblos originarios que prefieren no tener contacto con la «civilización»DSCN4180

Pasamos primero por la zona de amortiguamiento que le llaman, donde encontramos algunos lugareños. Luego a la entrada en sí, se encuentra el primer destacamento de control, donde dejamos constancia de nuestro ingreso. Nos vamos adentrando un poco más hasta llegar al puesto de los guarda parques. Encontramos todo cerrado  sin rastros de ellos.

Allí debajo de una especie de tinglado abierto, DSCN4187armamos el vivac con nuestras carpas. Enseguida vemos que nos acompañan unas enormes arañas instaladas en el techo. No nos inmutamos, ya que estamos acostumbrados a su presencia.

Sin perder tiempo buscamos nuestras cámaras y nos embarcamos nuevamente rumbo a la laguna Jatuncocha. Debido al bajo nivel del agua quedamos varados 2 veces y tenemos que bajarnos a empujar. Hermosos paisajes sobre el río y la lagunaDSCN4316, una vegetación exuberante y completamente solos. Nos sentimos como debe haberse sentido el  explorador Francisco de Orellana, al ver tanta naturaleza virgen y desconocida. Desembarcamos en la orilla y hacemos una caminata por dos horas donde vamos conociendo distintos ambientes con una cambiante vegetación, grandes árboles difíciles de imaginar la edad de los mismos, cientos de helechos, lianas, trepadoras, epífitas. Lo llamativo es que se puede caminar más o menos sin inconvenientes ya que sobre el suelo, solo hay DSCN4311plantas de poco tamaño, ya que su crecimiento se ve impedido por la falta de luz. La mayor parte de la misma es captada por los grandes árboles. En nuestra zona, cualquier monte donde uno pretenda entrar se va a encontrar con gran cantidad de arbustos entremezclados y casi todos espinosos, lo que hace difícil transitar. También se nota en esta selva que cuando las lluvias no son muy intensas, las plantas retienen mucha del agua caída, que se va dispersando de a poco al golpear con el frondoso follaje. Al suelo, llega muy poco.DSCN4636

Cuando regresamos y oscurece,  aprovechamos para hacer una escapada por una senda cercana,  para hacer fotos de la fauna nocturna.

La noche en carpa no fue de las más placenteras. Sobre un duro piso de cemento y solo con una fina colchoneta de gomaespuma dormir no fue fácil. Amanecimos cansados, agarrotados y doloridos.

Luego de desayunar a eso de las 7 de la mañana salimos a hacer un nuevo trekking por otra senda, que nos lleva unas 5 horas. Aquí pudimos escuchar numerosas aves, verlas y fotografiar se hizo difícil por la espesura del follaje. Nos DSCN4189encontramos con un grupo numerosos de monos, pequeños pero muy bullangueros. Al volver encontramos cargadas todas nuestras pertenencias y emprendemos el regreso. Necesitamos volver a Nuevo Rocafuerte para que la gente de migraciones nos selle los pasaportes indicando la salida de Ecuador. Esperamos que abrieran y nos atendieran, por más de una hora. El trámite en sí, dura unos 5 minutos.

De nuevo en el bote, enfilamos  ahora hacia la localidad de Cabo Pantoja, que se encuentra en el límite Ecuador- Perú. Pantoja fue anteriormente la localidad ecuatoriana de Rocafuerte, y que ese país  perdieran durante una guerra años atrás.

En toda esta zona transcurre parte de la novela  de Vargas Llosa y luego la película «Pantaleón y las visitadoras», que narra la peripecias de un grupo de prostitutas contratadas por el ejército,  que van de cuartel de cuartel para entretener a la tropa.

Fin Etapa 5

Próximo capítulo  VIAJE HACIA IQUITOS

El COCA

ETAPA 4

El COCA

Llegamos a la ciudad de Francisco de Orellana, más conocida por El Coca,  a media tarde, después de un viaje caliente. Con un taxi nos dirigimos a la casa de quién sería nuestra anfitriona en esta corta visita. Nos encontramos con esta linda ecuatoriana, Alexandra, que nos ofrece su casa para hospedarnos.

Aquí puedo decir tuvimos la mejor ducha y el mejor descanso de todo el viaje. Pudimos disfrutar de agua caliente, un largo rato bajo el agua. Una habitación muy cómoda con una cama King size con un sommier calculo que de 30 cms de espesor y aire acondicionado. Sí, aire fresco durante toda la noche.

Según lo dicho por los propios pobladores el calor que hacía esos días, era anormal. El sol calentaba como un soplet1e y sin una nube en el cielo. Después de un corto descanso nos dirigimos con Alexandra hasta el puerto, a unas 4 cuadras, para averiguar por el barco que nos llevaría a nuestro próximo destino. Sacamos el pasaje. La hora de partida las 7 de la mañana siguiente. A la tardecita hicimos una especie de citytour con el auto de nuestra nueva amiga y luego nos lleva a cenar a un restaurante llamado Carnes Argentinas.

Por la mañana temprano nos despedimos y cargando nuestra pesadas valijas y mochilas nos vamos al embarcadero media hora antes de la hora de salida.  La sorpresa es que ya estaba completo y a punto de zarpar. Cosa que hizo 15 minutos antes de lo indicado.

Nuestro encuentro con Alexandra fue la primera experiencia que tuvimos en Couchsurfing, esta forma de viajar utilizando el  alojamiento  sin costo ofrecido  por miles de personas  alrededor  del mundo. Una experiencia muy positiva ya que nos permitió conocer sobre la gente, sus costumbres, su forma de vivir que es en muchos aspectos tan diferente a la nuestra.

El bote es una especie de colectivo interurbano, con la diferencia que no lo viaja por ruta sino que lo hace navegando por el Río Napo, el más caudaloso de Ecuador y afluente del gran Amazonas. 6Además de los 50 pasajeros llevamos gran cantidad de mercaderías (alimentos y bebidas) para ser descargadas en los distintos pueblitos que vamos pasando, pequeños animales, y algo de tráfico de fauna (tortugas). Durante el trayecto vamos acompañados permanentemente por el verde de la selva, parando en varias  comunidades.

El ruido del motor, más el suave bamboleo del 5bote hace que se te cierren los ojos y dormites buena parte del viaje. Después de 10 horas, casi al atardecer llegamos a Nuevo Rocafuerte, la última comunidad ecuatoriana situada en el límite con Perú. Como el río está muy bajo hay que trepar varios metros para llegar a la orilla. Allí un señor nos ayuda a subir las valijas pesadas. Era 3Fernando Cifuentes quién sería nuestro guía, que nos estaba aguardando. Nos lleva hasta un hospedaje que está ubicado al frente del muelle de donde desembarcamos. Después de acomodarnos y un buen baño salimos a recorrer el pueblo que cuenta con unas pocas manzanas. La gente pasea y se reúne sobre la calle principal frente al río. No hay vehículos salvo el que recoge la basura. Todos se trasladan en moto o a pie.

4Esa noche, el mismo dueño del hospedaje, nos prepara la cena. Como queríamos comer carne nos prepara guanta acompañados como siempre con arroz y plátano frito. La guanta es un pequeño roedor, nos dice común en la selva. Creo que debe ser carne de agutí. Impresiona un poco ya que me toca una de las patas provistas de largas uñas o garras. Es carne oscura y  sabrosa. Mi mujer lo hace a un lado y come el arroz.

A la mañana siguiente nos levantamos muy t1emprano y mientras mi compañera acomoda las valijas, salgo a sacar fotos por el pueblo. Después de desayunar llega Fernando con su bote, acompañado por su mujer  quién sería nuestra cocinera) y su hijo. Con los víveres, carpas y todo lo necesario partimos para conocer el Parque Nacional Yasuní.

Fin de 4º etapa.

Próximo capítulo Parque Nacional Yasuní

Guacamayo Lodge en Reserva Cuyabeno

Al llegar al lodge lo primero que pensé es que por fin podría dormir en una cama de verdad después de dos días de dormitar sentado.  Luego de las explicaciones básicas sobre el DSCN1519funcionamiento del lugar nos dirigimos a nuestra habitación/cabaña, que se encuentra una  junto a otras debajo de un techo común hecho de hojas de palmera.

No es fácil dormir con la adrenalina a full por lo que agarro mi cámara y salgo a recorrer el lugar. Después de un rato ya estamos nuevamente en los botes para llegarnos a una gran laguna cercana. Lo de gran es un decir, ya que se encuentra con muy poco agua. El lugar es muy lindo y podemos ver cantidad de aves y algún caimán que aparece con el correr de la hora. Algunos aprovechan para disfrutar del agua, en DSCN1450un sitio seguro. Otros nos quedamos a contemplar el atardecer desde tierra firme.

Más  tarde de regreso tenemos nuestra primera cena, en el comedor común donde nos agruparemos de aquí en más,  según el idioma. Español por un lado, inglés por el otro. Con nosotros cena un par de arañas de gran tamaño que nos observan tranquilamente desde el techo. En estas dependencias hay luz provista por pantallas solares hasta las 22 horas. En el resto del lodge solo de 18 a 22 por lo que recurrimos a nuestras linternas.

DSCN1671Como me gusta hacer cada vez que llego a un nuevo lugar, todos los días me levanto bien temprano para contemplar la tranquilidad del amanecer y los sonidos de la naturaleza que comienzan  a escucharse con la salida del sol. Hay una gran torre de observación especial para esto, desde donde se puede apreciar el techo de la selva y las aves que comienzan a despertar.

Durante la noche y en completa oscuridad desde esta posición se puede ver el cielo poblado de estrellas con la gran vía láctea en el centro. Un espectáculo sin costo, acompañado solo por los sonidos nocturnos de aves e insectos.

DSCN1894Durante los días pasados en la Reserva Cuyabeno tuvimos oportunidad de caminar durante el día y por la noche por la espesa selva siguiendo alguna senda apenas marcada conociendo la flora y fauna, descripta hábilmente por nuestro guía Willy. Navegamos por distintos ríos y arroyos y visitamos la comunidad indígena de San Victoriano   donde aprendimos a hacer  una especie de pan de yuca. Practicamos tiro con la cerbatana, que es /era utilizada por los indígenas para cazar por medio de sus dardos impregnados de curare.  De aquí nos dirigimos a DSCN3331visitar al chamán de la aldea, Delio, que nos realiza una representación de una sesión de ayahuasca, sin ayahuasca de por medio. Mariela, una española que tiene experiencia en el tema, se presta como paciente  para este acto.

Al transitar por los arroyos con poca agua, por efecto del ruido del motor o golpeando el piso de la embarcación logramos que muchos peces comiencen a saltar sobre el agua. Algunos aciertan sobre la canoa provocando la desesperación de alguna de las mujeres que comienzan a gritar y patalear haciendo peligrar la estabilidad del bote.

DSCN1961Al hacerlo por la selva, hay que tener mucho cuidado donde pisar porque podes terminar resbalando o empantanado hasta la cintura en medio de los “barros movedizos”. Situación de la que no es fácil salir sin ayuda.

Después de cuatro días intensos, no despedimos de este inolvidable lugar y emprendemos el camino inverso al de nuestra llegada, terminando nuevamente en Lago Agrio para seguir rápidamente  hacia Coca. Pero esa es otra historia.

FIN CAPITULO 3

PROXIMA ETAPA: COCA Y RIO NAPO

CAMINO A LAGO AGRIO

La distancia a recorrer eran más o menos 250 km, el tiempo de viaje 7 horas. Algo no me cerraba. Como el cansancio era mucho deje las preguntas para más tarde y cerré los ojos. No tarde mucho en darme cuenta que no iba a ser fácil dormir. Primero una curva cerrada a la izquierda, luego otra a la derecha, una bajada brusca y una subida empinada. Eso, repítanlo unas 500 veces. Esa era la ruta que atraviesa dos cadenas montañosas y un valle,  que teníamos que transitar para llegar  a nuestro destino. Como iba en la primera fila con cada curva ya me imaginaba estar o despistando o chocando con el vehículo de la mano contraria que venía con luz alta. Me ajuste el cinturón lo más fuerte que pude para evitar el bamboleo de un lado a otro rogando llegar sin novedad. Es justo decir que la ruta estaba en impecables condiciones, con muy buena demarcación y el chofer parecía saber manejar.Esta fue nuestra segunda noche.

Me desperté al amanecer, llegando a la ciudad. Nos dirigimos hasta el Hotel D’ Mario para desayunar y esperar otro colectivo encargado de llevarnos por un próximo tramo. DSCN1167En el desayunador de este hotel nos congregamos una buena cantidad de turistas, con destino a la selva, aunque no a un mismo hospedaje.  Escuchamos hablar en varias lenguas,  la que mejor entendí a esa hora de la mañana fue el español. Para matar el tiempo recorrimos caminando las calles  de los alrededores  que recién comenzaban a moverse.

Nuevamente cargar nuestras valijas y partir en un viaje de dos horas. Desde aquí en adelante el calor abrasador no nos abandonaría más. Calor,  que dicho por los lugareños no era usual. La duda,  es si era más, o menos,  caluroso que lo habitual.

Llegamos a un lugar denominado El Puente, que como la palabra lo dice, se trataba de un puente sobre el Río Cuyabeno. Abajo, se veían aguardando una serie de canoas.  Aquí nos hallábamos en la entrada a la Reserva de Producción de Fauna de Cuyabeno, a la cual queríamos conocer.DSCN3674

Todas las valijas luego de bajarlas, se fueron apilando en distintos montones según el Lodge de destino de cada uno. En pleno mediodía y a pleno sol nos dirigimos hacia una especie de Restaurante donde tuvimos un pequeño refrigerio (plato de pasta frio) antes de embarcarnos en nuestro bote.

DSCN1180Por fin dieron la orden de abordar. Pasajeros por un lado y valijas por el otro. Comenzaba la aventura que veníamos a buscar. Nos acompaña nuestro guía Willy y el motorista Carlín.

Una travesía de dos horas que transcurrieron sin darnos cuenta, donde se nos pasó el cansancio, con tanto verde para ver. Frondosa vegetación en las márgenes,  verde oscuro a pesar de la época DSCN1177de seca. Esto se notaba en el nivel de las aguas, ya que en varias ocasiones el guía tuvo que bajarse a empujar para desencallar el bote. Tarea a la que me sumé con gusto, ya que me sirvió para refrescarme un poco. El río va haciendo zigzag y  en cada curva va mostrando una cara distinta que te obliga a nueva foto, sorteando  árboles caídos, ramas bajas y bancos de arena en algunos sectores. En el trayecto comenzamos a ver también  algo de la fauna que puebla el parque, especialmente pájaros alborotados por el motor DSCN3673de la lancha que van volando por delante nuestro, caimanse, monos y tortugas.  A eso de la 2 de la tarde divisamos las escaleras del embarcadero del Guacamayo Lodge donde iríamos a pasar nuestros próximos cuatro días.

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Fin capítulo 2

PROXIMO CAPITULO: GUACAMAYO LODGE

VIAJE A LA SELVA

ETAPA 1

Después de un viaje nocturno relativamente tranquilo y definitivamente incómodo, llegamos a Quito, previa parada en la ciudad de Lima, donde disfrutamos de una visita de 5 horas en el aeropuerto de la ciudad.20150913_141335

Allí en el nuevo aeropuerto que se encuentra bien alejado de la ciudad,  teníamos dos opciones, irnos a  dormir en un banco de alguna plaza a esperar el bus que nos llevaría hacia nuestro destino elegido, o aprovechar las horas para conocer algo de la ciudad. Por supuesto a pesar del sueño y del cansancio elegimos la segunda.

Cargamos nuestras pesadas valijas en un taxi y nos dirigimos  hacia El Panecillo, un cerro desde donde es posible tener una vista panorámica de la ciudad. Este paseo muy visitado por locales y extranjeros tiene un imponente monumento de la Virgen Quiteña o Virgen Alada. Subiendo hacia lo alto es posible mejorar más aun la vista de la ciudad. Aclaro que mientras hacíamos el paseo el taxi nos aguardaba con nuestros bártulos en las cercanías.

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No conformes con las panorámicas obtenidas decidimos insistir con lo mismo y nos dirigimos al Telesférico de la ciudad que se encuentra en el Cerro Pichincha. El cable nos lleva hasta los 4000 metros de altura hasta un mirador y complejo recreacional construido en la cima. La vista es impresionante. Abarca la mayor parte de la ciudad que se encuentr en el valle que se va recostando de a poco sobre los cerros.

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Hasta aquí todo bien. Lo malo fue haber ido sin abrigo, un viento helado por la hora y la altura corre velozmente que te hace tiritar. Decidimos emprender el regreso ya que comenzaba a oscurecer, Para nuestra sorpresa otros doscientos o trescientos visitantes tuvieron la misma intención. Resultado: una larga fila parte al reparo y otras a la intemperie esperábamos la próxima cabina. La espera se hizo larga y fría. Cuando por fin logramos  descender nos preguntamos si todavía estaría el taxista esperándonos. Pensando lo que ocurriría seguramente en nuestro país, comenzamos a buscar el vehículo, que por suerte todavía aguardaba con el chofer durmiendo en su interior.  Después de las disculpas por la demora, le pedimos que nos llevara  a la dirección donde debíamos coger el bus que nos llevaría a la selva.

Nos deja en la dirección señalada y después de descender vemos que aunque se trata de una zona comercial a esta hora está todo cerrado y sin ningún lugar abierto donde pasar las dos o tres horas que nos falta para embarcar. Un NN de no muy buen aspecto se nos acerca farfullando algo Instintivamente pongo las manos en el bolsillo. Ante esta situación vemos un pequeño hospedaje con las luces prendidas, y nos dirigimos hacia allá. Le solicitamos  al encargado si nos dejaba permanecer en el loby hasta el arribo del cole, y viendo éste nuestra cara de desesperación se apiada de nosotros y nos instalamos en uno de los sillones. Al poco rato nos damos cuenta que estamos en un hospedaje por horas de donde van saliendo y entrando parejas de distinto tipo y color.

A la hora señalada llega nuestro transporte, nos despedimos de los anfitriones, el vagabundo de la calle aparece para cargar nuestras valijas y partimos para otra noche de viaje.

FIN CAPITULO 1

Próximo capítulo: Camino a Lago Agrio

A la hora señalada llega nuestro transporte, nos despedimos de los anfitriones, el vagabundo de la calle aparece para cargar nuestras valijas y partimos para otra noche de viaje.

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